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La fachada encalada de la iglesia de Sant LlorençFoto: Xescu Prats -
Porche de la iglesia de Sant Llorenç, con cubierta de madera de sabinaFoto: Xescu Prats -
Detalle de la fachada de la iglesia de Sant Llorenç, en IbizaFoto: Xescu Prats -
Campanario de la iglesia de Sant Llorenç de BalàfiaFoto: Xescu Prats -
Nave principal de la iglesia de Sant LlorençFoto: Xescu Prats -
Escalera de subida al coro de la iglesia de Sant LlorençFoto: Xescu Prats -
Altar mayor de la iglesia de Sant Llorenç, instalado recientemente, es una reproducción del que fue quemado durante la Guerra CivilFoto: Xescu Prats -
Capilla honda de la iglesia de Sant LlorençFoto: Xescu Prats -
Coro de la iglesia de Sant LlorençFoto: Xescu Prats -
Una de las capillas laterales de la iglesia de Sant LlorençFoto: Xescu Prats
La iglesia de Sant Llorenç luce un encalado tan puro que los días soleados incluso resulta cegador. Constituye el centro de la localidad y se caracteriza por tener un solo arco a la entrada, al igual que los templos de Santa Gertrudis y de El Pilar de la Mola, en Formentera. Su construcción fue ordenada por el primer obispo de Ibiza, Manuel Abad y Lasierra, en 1785 y fue inaugurada doce años más tarde, en 1797. Mientras se ejecutaban las obras, las misas se celebraban en Can Pere Mosson, una vivienda muy próxima con torre de defensa.
El campanario, situado hoy en el centro de la fachada, estaba colocado en uno de los extremos, tal y como aún mantienen las iglesias de Sant Carles y Sant Mateu, muy parecidas en el resto de la fachada a ésta. Sin embargo, en una reforma emprendida en el siglo XIX, se trasladó a su emplazamiento actual.
Fachada posterior de la iglesia de Sant Llorenç, desde el camino al Poblado de Balàfia
Foto: Xescu Prats
Desde un punto de vista estético, es uno de los templos más valorados por los aficionados a la arquitectura ibicenca. Consta de una única nave cubierta con bóveda de cañón y siete capillas laterales. La más profunda le fue añadida al templo en 1850. Su ubicación se decidió atendiendo a la proximidad del poblado de Balàfia, lugar ya habitado desde la Edad Media.
