La iglesia de Sant Agustí ocupa el centro del pueblo. Los primeros planos del templo datan de 1791, pero hasta 1806 no se produjo la bendición del altar y el presbiterio. Su construcción no estuvo exenta de polémica, ya que cuando los fieles de Sant Agustí llamaron a los de Sant Josep para que les ayudaran, éstos se negaron a hacerlo alegando que tenían mucho trabajo en su propia parroquia. El asunto fue motivo de constantes discusiones entre los pueblos vecinos.
Pero, además, en el mismo Sant Agustí, dos familias se disputaron el honor de que la iglesia de construyera en su terreno. Finalmente se encontró una solución de consenso, que permitió que la iglesia estuviera en medio de los solares de las dos familias y de cara a sus viviendas, razón por la cual este templo tiene una orientación atípica.
Esta diplomática solución ha tenido, sin embargo, otras consecuencias. Los terrenos son completamente distintos. La mitad del templo se levanta sobre roca y la otra, sobre suelo arcilloso. Esta circunstancia obliga a los vecinos a realizar continuamente obras para que la iglesia no se resquebraje. Por esta razón se construyeron primero los dos contrafuertes de la fachada derecha y, en los sesenta, se introdujeron unas placas de hierro en los muros laterales unidos por tensores, que impiden que el templo se abra.
Sus formas son sencillas, con una única bóveda de medio punto. Está provista de algunas capillas laterales que se añadieron al templo a mediados del siglo XIX.