Tipología: Cala de arena fina, de 320 metros de longitud y 40 de anchura
Situación: A 8 kilómetros de Sant Joan
La Cala de Sant Vicent, próxima al pueblo del mismo nombre, representaba antaño la zona más aislada de Ibiza y permaneció despoblada hasta el siglo XVIII. Cuenta con varias casetas varadero en los extremos y el islote de Tagomago preside el horizonte. El agua, salvo durante los temporales, siempre mantiene un brillante color turquesa que a veces incluso parece irradiar una intensidad eléctrica.
Los acantilados de los alrededores, coronados por pinos y sabinas, contrastan con la arena tostada de la orilla y contribuyen a la espectacularidad del entorno. La llegada desde la zona de Sant Carles resulta especialmente memorable, ya que la cala se contempla desde lo alto.
Un enclave ideal para unas vacaciones familiares, ya que cuenta con todos los servicios, incluidas hamacas y sombrillas, velomares (patines), deportes náuticos y una pequeña zona comercial.