Buscastell es una pequeña aldea, próxima a Sant Antoni y a Sant Rafel, en una de las zonas más agrícolas de la isla. El pueblo, pequeñísimo, consta tan solo del bar Can Tixedó, actualmente muy de moda tanto para locales como foráneos, una pequeña capilla contemporánea (1965) y un comercio.
En los alrededores encontrarán el antiquísimo Pou de Forada, donde aún se celebran bailes tradicionales; la bodega Can Rich, la de mayores dimensiones y producción de la isla, y los bancales, acequias y albercas de Es Broll de Buscastell, que componen uno de los paisajes húmedos más curiosos de Ibiza.