Tipología: Sucesión de calas de arena blanca y gruesa, de 600 metros de longitud y 30 de anchura
Situación: A 8 kilómetros de Sant Josep
Platges de Comte, conocida también de forma incorrecta por Cala Comte o Cala Conta, goza de unas maravillosa vistas a la puesta de sol. Consta de varias calitas de arena blanca, bañadas por aguas de color turquesa desde las que se divisan las islas de Es Bosc, Sa Conillera, Ses Bledes y S’Espartar. Por esta razón, suele estar bastante frecuentada, aunque su visita es indispensable, ya que está considerada como una de las 10 playas más bellas del mundo, según diversos ranking de internautas y revistas de viajes.
Cuenta con hamacas y sombrillas, alquiler de velomares (patines) y varios restaurantes en los promontorios rocosos que separan unas calitas de otras. Los niños lo pasaran en grande rebuscando entre la gruesa arena, ya que está repleta de conchas.
Platges de Comte posee dos calas principales, separadas por una roca donde se asienta el chiringuito Sunset Ashram, típico para disfrutar de la puesta de sol. Al principio de la explanada del parking existe otra pequeña cala, con una amplia zona de arena y varias casetas varadero, conocida como Es Racó d’en Xic, donde algunas temporadas abre un modesto quiosco.
Hacia el otro lado, siguiendo costa a costa en dirección a Sant Antoni, pasarán frente a los restaurantes S’Illa des Bosc y Ses Roques. Entre ambos hay una zona baja de rocas donde se acomodan algunos bañistas. Junto al segundo también encontrarán la cala del embarcadero, otro enclave idílico, y a continuación, Ses Roques Males, un rincón marinero de casetas varadero y con un acantilado horadado en forma de cueva, donde bañarse a la sombra sobre fondos de arena.
El paseo concluye en la torre defensiva d’en Rovira, equidistante entre esta playa y Cala Bassa. Platges de Comte enlaza con el puerto de Sant Antoni mediante una línea de barcas.