Ses Eufabies, antaño, era un pequeño quiosco de playa con una barra redonda sostenida por grandes vasijas de cerámica (eufabies, en ibicenco). Fue construido en los años cincuenta, cuando en Cala Tarida no existían apartamentos ni restaurantes, y las tortugas aún acudían a desovar a la orilla. De aquel pequeño chiringuito sólo quedan las eufabies. En 1989, dos vecinos de Sant Josep, Paco Marí y Vicent Boned, lo reabrieron en forma de pequeño y encantador restaurante de playa. Con los años, se ha convertido en el paradigma de la buena vida, sin tener que pagarla a precio de oro. Su cocina es sencilla y sus platos, sabrosos y abundantes. Se sirven sobre rústicas mesas, repartidas por terrazas escalonadas junto al mar.