Ses Boques es un establecimiento de lo más rústico y auténtico. Este pequeño chiringuito, situado junto a la orilla de una recóndita cala del mismo nombre, a los pies de los acantilados de Es Cubells, ofrece sabrosos pescados, mariscos y arroces, que se sirven sobre manteles de papel, en mesas de madera situadas a la sombra de un pinar próximo al agua, a continuación de las casetas varadero.
El restaurante nació a finales de los años 70 como un pequeño quiosco regentado por Joan Portmany y su esposa Lourdes, vecinos de la zona, que acabó evolucionando hasta el modesto restaurante que hoy existe y que constituye uno de los éxitos más celebrados de la costa sur. Su sencillez, junto con la calidad de sus pescados y su cocina bien elaborada, representan un hallazgo para quienes buscan huir de protocolos y disfrutar de una gastronomía sin adornos, en un entorno virgen.