El chiringuito Cala Escondida nació en agosto de 2015, en el mismo lugar donde hace algunos años ya existía un pequeño kiosko de madera. Se ubica discretamente en Es Racó d’en Xic, una de las calitas más tranquilas de Platges de Comte. Las riendas de este rústico local, que pese a su sencillez y dimensiones limitadas tiene mucho encanto, las lleva la joven Tess Harmsen, de la misma familia que regentaba el conocido Teatro Pereira, uno de los locales míticos de música en directo de la ciudad.
En Cala Escondida, sin embargo, no hay música. El sonido lo ponen las olas, la brisa y los hielos de los mojitos, que los clientes agitan en los vasos mientras contemplan un crepúsculo espectacular, junto al islote de S’Espartar. El local destaca por su diseño equilibrado y acogedor, y su espíritu sostenible y autosuficiente. Genera su propia energía mediante placas solares y cuenta con un baño ecológico con compost biodegradable. Un lugar donde las horas transcurren sin darnos cuenta.