Para Vicente Marí, el propietario de Can Vicent, Cala Carbó es mucho más que una playa. Cuando era pequeño, acompañado de sus seis hermanos y sus padres, se desplazaba en carro desde Sant Josep hasta esta cala para recoger el sembrado y pasear el ganado, al que lavaban cuidadosamente con el agua salada del mar. En 1981, apoyado por su esposa Ana, apostó por abrir un restaurante en aquel mismo lugar, dotado de una amplia terraza donde los clientes pudiesen disfrutar de paellas y pescados, que con los años se convirtió en un clásico. Hoy Vicent ya se ha jubilado y atienden al público Vicent Curtet y Toni Escarrer, que también son de la zona y se encargan del cercano Balneario.
Can Vicent ofrece una variada carta con entrantes frescos y veraniegos, como el aguacate mejicana, el gazpacho o la ensalada de rúcula con queso de cabra. También clásicos como sopa de pescado, arroz a la marinera o frita de calamar. A continuación, paellas, bullit de peix con arroz a banda o parrillada de pescado fresco.
De 13 a 23 horas. En julio y agosto no cierra ningún día