Acantilados y calas vírgenes, con un horizonte plagado de islotes
Un amplio sendero junto al mar, que enlaza las playas y enclaves más importantes de la bahía
La playa más extensa de la isla, bastante solitaria, de piedra redondas en el exterior y arena dentro del agua
El templo ibicenco que mejor conserva su estructura de fortaleza
Cala recóndita de pescadores, en el entorno de Sant Vicent de Sa Cala
Atractiva playa de arena y agua turquesa, situada a continuación de Es Canar
Cala bellísima y de difícil acceso, frente a los islotes de Ses Margalides
Pequeño rincón de arena, a continuación de los bares de la puesta de sol
Llanura de campos rojos y fértiles, donde se elabora un delicioso vino de la tierra