Templo impulsado por la expansión de la ciudad, a mediados del siglo XX
El monte más elevado de la isla, con 475 metros de altura.
Sucesión de pequeños recodos de arena, en una zona de hoteles bajos y bosque
Calita preciosa, con aguas transparentes y pintorescas casetas varadero al abrigo de un islote
Pequeña y bella iglesia de Sant Antoni, nunca consagrada y hoy convertida en restaurante
El primer gran teatro de la ciudad y famosa sala de conciertos de jazz hasta marzo de 2018
Ermita del siglo XIX, construida por una promesa
Playa de arena junto a Punta Arabí, con múltiples servicios y escuela de buceo
Sucesión de terrazas con ambiente durante todo el año, con las murallas como telón de fondo