Templo erigido en el siglo XV por el Gremio de Marineros y reconstruido tras la Guerra Civil española
El fortín costero más antiguo, diseñado por el arquitecto de las murallas renacentistas
Una de las playas más bellas de Sant Antoni, con un mar turquesa y agradables fondos de arena
Acantilados y calas vírgenes, con un horizonte plagado de islotes
Esta cueva marina natural, antiguo criadero de langostas, hoy exhibe especies marinas pitiusas
Entorno cultural para disfrutar del arte y conocer la forma de vida de los ibicencos de hace cien años
Extenso tramo de costa urbana, con tres playas de arena enlazadas por el Paseo Marítimo
Refugio del siglo XVIII para vigilar los islotes de poniente y el puerto de Sant Antoni
El monte más elevado de la isla, con 475 metros de altura.