A mitad del tramo de abrupta costa que une Santa Agnès y Sant Mateu se alcanza el yacimiento arqueológico de Ses Torres d’En Lluc, próximo a los acantilados de Cala d’Albarca. Este misterioso asentamiento, que los historiadores sólo han podido datar en un periodo que abarca desde los tiempos paleocristianos a la alta Edad Media, está integrado por dos antiguas torres de planta ovalada y un tramo de muralla que las une.
El conjunto formaba parte de una misteriosa fortaleza de mayores dimensiones, aunque se desconoce con exactitud para qué fue construida. Algunos historiadores apuntan a que probablemente se concibió como último refugio para los habitantes de estos parajes solitarios, contínuamente amenazados por las invasiones piratas.
No cabe duda de que Ses Torres d’en Lluc constituyen un enclave privilegiado para vigilar la bahía de Cala d’Albarca, a la derecha del cabo donde se asientan, y el denominado Racó Verd, a la izquierda. Al estar situadas en un cabo, Es Cap de Mossons, en la Mola d’Albarca, bien elevadas y rodeadas de mar por tres frentes, constituían una fortaleza bien protegida.
De las dos torres sólo queda la base. La primera, de mayores dimensiones, está situada a la izquierda de los muros de piedra que hoy envuelven el conjunto y que probablemente fueron construidos por algún campesino que cultivó esta zona o crió aquí ganado. Ofrece un paisaje sublime. Está unida a la segunda torre mediante un largo tramo de muralla, de más de un metro de ancho, que atraviesa los bancales en perpendicular. Al pie de estas paredes de piedra se sitúa la otra torre, más pequeña pero que conserva una mayor altura en sus muros. Desde ésta se contemplaba Cala d’Albarca.
La excursión merece la pena únicamente para los auténticos aficionados a los misterios arqueológicos y para aquellos que buscan los parajes más insólitos y recónditos de la isla. Se puede llegar en coche hasta 1,2 km. antes de las torres, aunque el último tramo hay que hacerlo atravesando un sendero en mitad del bosque. El yacimiento no está señalizado.