El espacio que ocupa el Castillo de Dalt Vila acogió la sede del Gobierno de la isla prácticamente a lo largo de toda su historia. En su interior se encontraba la Casa del Gobernador, donde residían los responsables militares de cada época. Púnicos y romanos hicieron de este espacio su acrópolis y los árabes establecieron en él la Almudaina (residencia gubernativa) y el Castillo (cuartel militar).
Los edificios que hoy pueden contemplarse son originales de los siglos XVI y XVIII, aunque fueron edificados sobre las instalaciones musulmanas. El conjunto está formado por el Castillo, la Torre del Homenaje y la Casa del Gobernador, que hasta el año 1973 fueron utilizados por el ejército. A partir de entonces, pasaron a ser de propiedad municipal y en la actualidad se encuentran en proceso de restauración para su conversión en Parador de Turismo, hecho que impide su visita.

El Castillo de Ibiza antes de su rehabilitación, desde el baluarte de Sant Bernat. Al fondo, el baluarte de Sant Jordi
Photo: Xescu Prats
La entrada principal se sitúa junto a la Catedral, precedida por una llamativa escalera contemporánea, obra del arquitecto Elías Torres. La mejor perspectiva del conjunto, sin embargo, se disfruta desde los baluartes de Sant Bernat y Sant Jordi, situados tras la Catedral.