Ses Variades es un tramo de costa rocosa, continuación de la bahía de Sant Antoni hacia el norte e integrado en el Paseo Marítimo de la localidad. Esta zona es de las más visitadas de la isla, ya que alberga una sucesión de bares y terrazas que en verano concentran a miles de turistas que acuden a contemplar la puesta del sol al ritmo de chill out.
Al llegar, no se asuste si descubre tanta gente como en un estadio de fútbol, junto con cámaras de televisión, malabaristas y dj’s de prestigio internacional. Todos acuden en masa a adorar al dios sol antes de ser engullido por las aguas, como si de una nueva religión se tratara. El rito consiste en pedir un deseo justo cuando se esconde el sol. Tal vez se lleve una sorpresa y lo vea cumplido.
El fenómeno de Ses Variades nació de la mano de establecimientos como Café del Mar -el pionero-, Mambo o Savannah, que han acabado creando una auténtica industria musical con la edición de álbumes de mezclas relajantes, ideales para contemplar la naturaleza.
En las terrazas se agolpan gentes de todas las nacionalidades y es frecuente encontrarse con famosos que también acuden a disfrutar del espectáculo. Es mejor ir con tiempo y, tras el crepúsculo, esperar a que los malabaristas y faquires inicien su espectáculo de fuego. Se puede acudir en familia, ya que el ambiente, pese a ser multitudinario, es tranquilo. En verano, la cita es cualquier día, en torno a las 20,30. En invierno, sin embargo, el sol se esconde mucho antes y casi todos los bares cierran desde el otoño hasta la primavera.