La Plaça del Parc es un lugar excelente para el aperitivo, almorzar o tomar una copa. Sus múltiples terrazas, de ambiente bohemio y abiertas incluso en invierno, como la del Madagascar, el Hostal Parque o Pura Vida, han convertido este plaza peatonal en uno de los principales puntos de reunión de la ciudad. La plaza fue inaugurada en 1946 y antiguamente, era conocida como el amarradero, ya que aquí dejaban su montura y sus carros los campesinos que se acercaban a la ciudad.
A lo largo de su historia ha sufrido innumerables reformas y ha pasado de ser un enclave marginal, en los años 70 y 80 del siglo XX, a convertirse en un espacio donde hay buen ambiente a cualquier hora. Su última remodelación tuvo lugar en 2017, en paralelo a la del contiguo Passeig de Vara de Rey, con el que está comunicada. Esta obra ha incluido también la eliminación de la vía situada entre la plaza y la muralla, lo que ha permitido que la Plaça del Parc crezca notablemente, se aproxime aún más al monumento y amplíe el espacio dedicado a terrazas y comercios.