Este antiguo bar y colmado de pueblo, pese a estar perdido en una carretera interior, a su paso por el pequeño núcleo rural de Buscastell, concentra un ambiente multicultural y variopinto a lo largo de todo el año. Por aquí pasan los vecinos de la zona, muchos dedicados a la agricultura y la ganadería, y extranjeros residentes desde hace décadas. entre ellos artistas, ex hippies y bon vivants. La mezcla, especialmente en invierno, es colorida y sorprendente.
Juanito y Lina, los hermanos que regentan el local, han conseguido darle además un vuelco y atraer incluso a público de vacaciones. A ello sin duda contribuye su agradable terraza veraniega, donde de vez en cuando hay presencia de dj’s locales, y a la suculenta oferta de tapas ibicencas, mediterráneas, asiáticas y de otras regiones. El interior concentra exposiciones de artistas de la zona, por lo que hay inauguraciones cada pocas semanas. La carta de vinos, asimismo, es tentadora, al igual que la de cócteles y gin tónic. Por la mañana preparan desayunos y hay wifi a disposición de los clientes. La misma familia regenta también El Chiringuito de’s Port, en Sant Antoni.