Después del mítico local de Plaça de Sa Drassaneta, en el barrio de Sa Penya, el chef Hideki Aoyama se traslada a la ciudad moderna. Su local, en todo caso, sigue constituyendo una auténtica sorpresa y un lugar de visita obligada para todos los aficionados a la auténtica cocina japonesa.
La mejor experiencia de Sushiya se vive en la barra, degustando tapas sushi de sabor intenso, mientras se puede contemplar la destreza de Hideki y sus ayudantes cortando el pescado o envolviendo makis. Sus creaciones navegan entre el sushi clásico y la introducción de nuevos sabores y productos, al más puro estilo California.
Hideki aprovecha los sabrosos pescados de la isla e importa todos los productos necesarios para garantizar sushi del máximo nivel, como el arroz Yume Nishiki, preferido por los grandes chef japoneses que trabajan en Europa. En su local te sientes como en el corazón de Tokio y sus platos se nutren de la gastronomía más clásica de Japón. En invierno, además, organiza talleres de sushi. Toda una experiencia que no conviene perderse.