Hasta hace pocos años, Cas Costas era una vieja tienda-bar frecuentada exclusivamente por los vecinos de la zona. Su transformación como restaurante ha supuesto un cambio radical en el establecimiento, que ahora destaca por sus acogedoras terrazas, con mesas para disfrutar de su alta cocina a la brasa y muebles bajos para tomar una copa o un café. La tienda se mantiene, aunque reconvertida en mercado orgánico donde se pueden adquirir, además de productos de la isla y vinos, la amplia variedad de frutas, verduras y hierbas aromáticas que Nico French cultiva en una amplia huerta ecológica, situada también en la propiedad. Proporciona, asimismo, el mejor producto fresco para la parrilla del establecimiento.
Aunque dispone de acogedores salones interiores para el invierno, la magia del establecimiento está sobre todo en la terraza, junto a las brasas, donde los aromas de las carnes y las verduras envuelven a los comensales. Los niños disponen de una oferta gastronómica propia y también de un parque infantil donde jugar mientras los adultos charlan. El servicio es atento y profesional.