La iglesia de Sant Mateu d’Albarca fue erigida en el siglo XVIII para atender a los vecinos del llano, que hasta entonces formaban parte de la parroquia de Sant Miquel. El templo comenzó a levantarse en 1785 y fue concluido en 1796. Los lugareños trabajaron sin descanso para tratar de terminarla antes que la del pueblo aledaño, Santa Agnès. Sin embargo, los de Corona acabaron venciendo aunque con trampa, ya que redujeron la altura prevista de los muros, con el objetivo de cubrirla más rápido.
El templo cuenta con una sola nave y ocho capillas laterales. El amplio porche le fue añadido a finales del siglo XIX. Destaca por su campanario esquinado, hecho que lo asemeja notablemente a los templos de Sant Carles y Sant Llorenç. El altar mayor es de 1968.