La iglesia de Sant Rafel se encuentra situada en un mirador, a 130 metros sobre el nivel del mar, desde el que se contempla una amplia panorámica de la ciudad de Eivissa y de la costa. Antiguamente, los vecinos de Sant Rafel pertenecían a la parroquia de Sant Antoni, hasta que en el siglo XVIII se decide construir un templo en la localidad. La iglesia, encalada y visible desde la carretera, fue erigida entre 1786 y 1793. Consta de una sola nave y siete capillas laterales, además de un curioso campanario con formas curvas, inspirado en el de la iglesia de Sant Antoni y que no se repite más en la isla. El edificio se apoya en gruesos muros y contrafuertes, lo que permitía a los lugareños refugiarse ante las invasiones de piratas turcos y berberiscos.
La casa parroquial se encuentra adosada al templo. Frente a él observarán un busto del sacerdote e historiador ibicenco Joan Marí Cardona (1925-2002), uno de los personajes más ilustres en la historia reciente de la isla, obra del artista Pedro Hormigo.