El asentamiento púnico-romano de ses Païsses de Cala d’Hort, situado dentro de la Reserva Natural, data del siglo V antes de Cristo y que pervivió hasta el siglo VII de nuestra era. Consta de dos edificios y dos necrópolis, una púnica y otra bizantina. La necrópolis púnica tenía un total de 20 tumbas excavadas en la roca, en las que se encontraron abundante cerámica, que al parecer formaba parte del ajuar de los fallecidos.
En este asentamiento vivieron los cartaginenses durante siglos. Los hallazgos arqueológicos han permitido reconstruir una forma de vida que se basaba en la pesca, el cultivo de grano, la producción de aceite y vino, y parece que también en la crianza de ovejas, cabras y cerdos. Tras las invasiones del siglo V, la zona fue repoblada por los bizantinos.
La necrópolis púnica fue excavada en 1917 y se encuentra situada a media ladera. La bizantina se halla en la loma y muestra tumbas individuales separadas por losas de piedra. En el siglo I de nuestra era, el conjunto llegó a convertirse en una auténtica villa romana y entre los vestigios de ese periodo podrán ver los restos de un molino de aceite, una cisterna para extraer agua con más de cuatro metros de profundidad, la bodega, almacenes y viviendas distribuidas alrededor de un gran patio. El entorno son campos de almendros, algarrobos e higueras.
A corta distancia encontrarán también la finca de Can Sorà, presidida por una casa payesa rehabilitada que funciona como extensión del Museo de Etnografía de Ibiza. La casa es frecuentemente visitada por escolares de toda la isla y aquí realizan actividades educativas. Suele estar cerrada si no hay ninguna excursión prevista.