La Torre de Balansat o des Molar está situada entre la Punta de sa Creu y el Port de Sant Miquel, en lo alto de un acantilado, a 95 metros sobre el nivel del mar. Desde su base, se divisa una panorámica excepcional de S’Illa des Bosc y S’Illa Murada y, algo más alejados, el propio puerto de Sant Miquel y la costa de Benirràs.
Esta estructura vigía forma parte del sistema defensivo de la costa de la isla, desarrollado por la Corona española en el siglo XVIII. Fue terminada en 1763, según proyecto del ingeniero Juan Ballester y Zafra. Consta de dos plantas y una plataforma superior, enlazadas mediante una escalera de caracol insertada en el grueso muro.
La puerta de entrada se sitúa en la planta primera y se accedía a ella mediante una escalera de cuerda. El acceso de la planta baja se le añadió ya en el siglo XX, puesto que antes este nivel albergaba un almacén y el polvorín y sólo podía accederse a él desde el interior.
La torre nunca llegó a estar dotada de cañones, aunque sí contó con dos funcionarios del Cuerpo de Torreros que vigilaban permanentemente el litoral.