Tipología: Cala de rocas grandes, orilla abrupta y aguas muy transparentes
Situación: A 14 km. de Sant Antoni y 3,5 km. de Sant Mateu
Cala d’Albarca ofrece uno de los paisajes más sobrecogedores de Es Amunts y una de las excursiones más atractivas que pueden realizarse a pie por la isla. Este abrupto tramo de costa, tras años de continuos derrumbes, apenas tiene orilla. Aún así, si el tiempo acompaña, hay que llevarse la toalla y disfrutar de un baño único, al pie de enormes acantilados, cuevas e islotes, y muy probablemente en soledad.
La bahía, comprendida entre los cabos de Rubió y Albarca, de más de 200 metros de altura cada uno, era muy frecuentada por los piratas berberiscos, que desembarcaban aquí para atacar las comunidades rurales del noroeste de la isla. Sus frondosos acantilados, donde el verdor de los pinos contrasta con el gris de la roca desnuda, dan cobijo a numerosas especies de aves, entre ellas, el halcón de Eleonora, que emigra desde Madagascar, y el halcón real, entre otros. En la parte derecha de la cala encontrarán un curioso puente natural, formado por las rocas de los acantilados.