El restaurante está enclavado en el centro de la playa de Ses Salines, flanqueado por dunas, pinos y sabinas, y con las mesas de cara al mar. En los meses del otoño y la primavera, constituye un remanso de paz y un refugio para amantes de la buena vida. De julio a septiembre, con la playa llena a rebosar, el chiringuito es uno de los locales eternamente de moda para disfrutar de platos frescos y mediterráneos, desayunar, tomar una copa de cava, darse un baño o comprar una camiseta. De mayo a octubre, entre las 16 y las 20 horas, la caída de la tarde se acompaña con la mejor música del panorama electrónico internacional, con una selección de dj’s. Oliver Lanzoni, el alma de Jockey, ha creado un espacio versátil, internacional y cosmopolita, donde comer desde una pizza a un plato de cocina creativa.