Can Musson, la casa ibicenca del siglo XVIII que alberga el restaurante Es Caliu, fue a lo largo de su historia casa particular, escuela para niños e incluso un taller mecánico. Su actual propietario, Antonio Juan Ferrer, ha respetado al máximo sus espacios y el peso que transmite la historia. En los últimos años se ha abierto al exterior, con un jardín íntimo donde cenar bajos los árboles frutales o junto a una antigua noria. La iluminación, a la que cada noche se suman 150 velas, está estudiada al detalle para lograr un ambiente romántico. De día, las floridas macetas que adornan todo el espacio y otros elementos decorativos cumplen esa misma función. Destaca la barra de cócteles, que es una réplica del chiringuito que la familia posee en la playa de S’Aigua Blanca desde hace tres décadas.
Los niños disponen también de un espacio especial para ellos, donde entretenerse y jugar, con dos casitas, un columpio y variedad de juguetes y juegos. Está a la vista de las mesas, para que los padres puedan disfrutar de la comida mientras observan a sus hijos.
La oferta gastronómica también se ha actualizado, incorporando nuevos platos ibicencos y mediterráneos con toques de autor, sin renunciar a la parrilla y el horno antiguo, que sigue siendo la estrella. Su interior, con los salones típicos de una casa ibicenca, se mantiene y también compone un espacio muy íntimo para el invierno.