Dejar Ibiza sin pararse a comer una tortilla con patatas y verduras en Can Cosmi resulta un pecado, especialmente a finales de enero y todo el mes de febrero, cuando los almendros del Pla de Corona florecen y el paisaje resulta idílico. El local abrió en 1951 como colmado y bar de pueblo, y a él acudían únicamente los vecinos del llano a tomar un chato de vino, vender la cosecha de almendras y algarrobas o adquirir productos de primera necesidad. Lo pusieron en marcha María Costa y Pep Boned, que todavía siguen por el establecimiento, aunque ahora se encargan de él sus hijos Juanito y Toni.
Con la llegada de los primeros turistas, María comenzó a preparar sus famosas tortillas paisanas, que desde hace décadas constituyen un éxito increíble. La agradable terraza, de cara a la iglesia, y la amabilidad de la familia, contribuyen también a que Can Cosmi, pese a su sencillez, sea ya una tasca legendaria. No pierdan la ocasión de entrar en el pequeño colmado, anexo al bar, y contemplar una tienda como las de antes, con unos pocos productos envasados, algunas frutas y verduras, alpargatas, cestas tradicionales y altas dosis de autenticidad.
No hay que confundirlo con otro bar llamado Can Cosmi, situado en el centro de Santa Eulària.