Si hubiera que destacar a un artesano de Ibiza cuya labor haya roto fronteras, el primero sería Pedro Planells. Este maestro curtidor trabaja sin prisa y siempre con sus manos, sin utilizar máquinas de ningún tipo. «A fuego lento», como él dice. Sus bolsos, cinturones, maletines, zapatos, sillas, lámparas y otros objetos son verdaderas obras de arte repletas de filigranas, que asombran a todo el que entra en su tienda del centro de la ciudad. Destilan calidad y perfección a raudales, hasta el punto de que muchos de sus clientes son celebridades de todas partes del mundo.
Pedro inició su vida como curtidor en Londres, donde ya cosechó gran éxito. Con los años, decidió regresar a su tierra, Ibiza, para montar una tienda única. Ha colaborado con Jean Paul Gaultier, ha diseñado piezas extraordinarias para jeques árabes y entre los habituales que se dejan caer por el taller están Armani, Valentino, el empresario Kike Sarasola o el cantante Nacho Cano.